Pensar y pensamientos
Pensar es abrir la mente al Misterio; iniciar al hombre en experiencias y formas de vida.Constituye también el modo de ser arrancado de si mismo y hallar la esperanza del mas allá del propio mundo.
Cuando el Misterio parece ser incontrolable por el hombre,éste no debe perder por ello su característica mas genuina: la de su ingenuidad. y
La ingenuidad humana concede al hombre la capacidad para percibir y comprender aquellas cosas y misterior que no acaba de entender con la razón.Comprender de este otro modo es un un acierto,que sólo puede obtenerse mediante la credibilidad de un ser pequeño.Esa forma de actuar permite admirar lo nuevo y sentir estupor ante los diversos Misterios del mundo y ante lo misterioso en si mismo considerado.
Los pensamientos preten den ,a veces, encontrar la felicidad y en esa búsqueda tratan de huir a lejanos lugares,pasando de largo y fugándose de la dura realidad cotidiana.De tal modo,frecuentemente,ignoramos que la velocidad del pensamiento no puede nunca superar el paso y la velocidad lenta de una tortuga,tras la que,en esa huida, corremos .Para tratar de adelantarla deberiamos previamente conquistar su sencillez y felicidad ingenua,reflejada en la realidad del mundo que la rodea.
Así, caeríamos en la cuenta de que nuestro modo de expresiones y de actuaciones está íntimamente vinculado al estilo y modo de pensar.
Cuando el Misterio parece ser incontrolable por el hombre,éste no debe perder por ello su característica mas genuina: la de su ingenuidad. y
La ingenuidad humana concede al hombre la capacidad para percibir y comprender aquellas cosas y misterior que no acaba de entender con la razón.Comprender de este otro modo es un un acierto,que sólo puede obtenerse mediante la credibilidad de un ser pequeño.Esa forma de actuar permite admirar lo nuevo y sentir estupor ante los diversos Misterios del mundo y ante lo misterioso en si mismo considerado.
Los pensamientos preten den ,a veces, encontrar la felicidad y en esa búsqueda tratan de huir a lejanos lugares,pasando de largo y fugándose de la dura realidad cotidiana.De tal modo,frecuentemente,ignoramos que la velocidad del pensamiento no puede nunca superar el paso y la velocidad lenta de una tortuga,tras la que,en esa huida, corremos .Para tratar de adelantarla deberiamos previamente conquistar su sencillez y felicidad ingenua,reflejada en la realidad del mundo que la rodea.
Así, caeríamos en la cuenta de que nuestro modo de expresiones y de actuaciones está íntimamente vinculado al estilo y modo de pensar.
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