Wednesday, November 19, 2008

Grajeas digestivas

Cuando los sabios oculten su sabiduría
Revelaré a los hombres mi necedad.

El inicuo, con su iniquidad -la espada de doble filo
hiere sin remedio alguno.

Con los recibos mensuales de mi hipoteca
voy amontonando piedras a mi tumba.

Nunca caí al suelo de repente
al mantener en silencio la lengua
tan sólo resbalé en el empedrado de la discreción.

Supiste levantar la cabeza
desde la humillación
y contraer fortuna en el infortunio
cuando la dádiva no te dió provecho.

Si quiere orevenir:
cuidate antes de enfermar
informate antes de hablar
juzgaté antes de juzgar
No aguardes al final para justificarte.

Me dejaron solo
en manos de mi propio albedrío
poniéndome delante fuego y agua
para poder llevar la mano a donde quiera.

A mi amor nada le sobra ni le falta
nada que quitar, nada que añadir.
imposible poder rastrear en ella sus maravillas,
pues, cuando creas haber acabado de admirarlas
comenzarás a ver, entonces, el inicio de ellas,
y, si para a descansar,
te quedarás perplejo al contemplarte tan solo.