Educación de niños
La educación ha de ser crítica y reflexiva; basada no tanto en la fenomenología esencialista sino en la fenomenología existencial y hermenéutica.
La fenomenología existencial hermenéutica hace de la existencia(la experiencia vivida y propio cuerpo) el núcleo de sus planteamientos.
La fenomenología describe las vivencias aclarando el sentido que nos envuelve en la vida cotidiana(la experiencia que somos y, en suma,el significado del ser humano).
Un primer acercamiento,en la tarea del interrogatorio al mundo de la vida,es:
la percepción (no en el sentido de función sensorial,sino como arquetipo del encuentro originario).
Como no es suficiente habitar el mundo para comprenderlo,ya que éste no es una unidad fáctica sino la unidad del sentido que teje todo lo habitado en él,se hace preciso plantearse una serie de preguntas a la vida silenciosa,que está ahí, antes del logos, ya es el ser que precede a todo pensamiento del ser.
Para enseñar a ser( y no a tener) hay que enseñar a pensar. El pensamiento no es nada sino es crítico de lo dado. No es la reproducción de lo que hay sino que hay que descubrir las insuficiencias de las mismas y superarlas.
La reflexión y la crítica persiguen la transformación.
Para ello hay que enseñar tempranamente a los niños en las habilidades propias de la filosofía.
No a través de la enseñanza monológica,pues esta es un reflejo de la vida pública y del dominio del cientifismo,sino en continuo dialogar con la historia de la filosofía y con los filósofos,fomentando la escucha del otro y aprendiendo incluso a no tener razón.
Se hace preciso practicar el diálogo y enseñar a pensar desde la filosofía.
La actitud dialógica no es innata.
Es mas bien un proceso que requiere aprendizaje y práctica.El diálogo ha de ser una práctica esencial y no puntual.
No se educa en el diálogo cuando se excluyen de la escuela los valores,desviándo su transmisión a la familia,ni cuando se generaliza el triunfo del decisionismo ético y estético en la sociedad; ni cuando la decepción en la vida pública produce en las personas su aislamiento,el afán competitivo y el desinterés por los demás.
La concepción del conocimiento es también un proceso dinámico por el que nos interesamos por el contenido sustantivo del pensamiento. No como algo ya dado, que estáticamente se transmite como un producto acabado, en la educación.
Gracias al diálogo buscamos la verdad, y, con ella la verdadera forma de vida humana.
Verdad que se entenderá no como posesión de un objeto, ni como adecuación del sujeto en el objeto, sino como un acontecimiento en el que ambos quedan implicados.Tal verdad acontece en el diálogo, y el alumno participa en ella tanto como el enseñante.
Seguirá...
La fenomenología existencial hermenéutica hace de la existencia(la experiencia vivida y propio cuerpo) el núcleo de sus planteamientos.
La fenomenología describe las vivencias aclarando el sentido que nos envuelve en la vida cotidiana(la experiencia que somos y, en suma,el significado del ser humano).
Un primer acercamiento,en la tarea del interrogatorio al mundo de la vida,es:
la percepción (no en el sentido de función sensorial,sino como arquetipo del encuentro originario).
Como no es suficiente habitar el mundo para comprenderlo,ya que éste no es una unidad fáctica sino la unidad del sentido que teje todo lo habitado en él,se hace preciso plantearse una serie de preguntas a la vida silenciosa,que está ahí, antes del logos, ya es el ser que precede a todo pensamiento del ser.
Para enseñar a ser( y no a tener) hay que enseñar a pensar. El pensamiento no es nada sino es crítico de lo dado. No es la reproducción de lo que hay sino que hay que descubrir las insuficiencias de las mismas y superarlas.
La reflexión y la crítica persiguen la transformación.
Para ello hay que enseñar tempranamente a los niños en las habilidades propias de la filosofía.
No a través de la enseñanza monológica,pues esta es un reflejo de la vida pública y del dominio del cientifismo,sino en continuo dialogar con la historia de la filosofía y con los filósofos,fomentando la escucha del otro y aprendiendo incluso a no tener razón.
Se hace preciso practicar el diálogo y enseñar a pensar desde la filosofía.
La actitud dialógica no es innata.
Es mas bien un proceso que requiere aprendizaje y práctica.El diálogo ha de ser una práctica esencial y no puntual.
No se educa en el diálogo cuando se excluyen de la escuela los valores,desviándo su transmisión a la familia,ni cuando se generaliza el triunfo del decisionismo ético y estético en la sociedad; ni cuando la decepción en la vida pública produce en las personas su aislamiento,el afán competitivo y el desinterés por los demás.
La concepción del conocimiento es también un proceso dinámico por el que nos interesamos por el contenido sustantivo del pensamiento. No como algo ya dado, que estáticamente se transmite como un producto acabado, en la educación.
Gracias al diálogo buscamos la verdad, y, con ella la verdadera forma de vida humana.
Verdad que se entenderá no como posesión de un objeto, ni como adecuación del sujeto en el objeto, sino como un acontecimiento en el que ambos quedan implicados.Tal verdad acontece en el diálogo, y el alumno participa en ella tanto como el enseñante.
Seguirá...
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