PILDORITAS PARA PENSAR
La claridad que de la " sabiduría "nace no conoce noche.
Según la procedencia de la claridad, ésta conoce o no la sombra de la oscuridad.
La claridad que surge de la lectura de un bello poema no conoce noche.
Quién sea grato ante Dios podrá concebir pensamientos digno de sus dones.
A la luz sucede la noche oscura. La sabiduría prevalece sobre la maldad, saliendo vencedora en todo momento.
Quien conjeture el porvenir pretende conocer de antemano señales y prodigios, o sucesión de épocas y de tiempos. Quien conozca la posición del Sol en uno de los dos trópicos ( solsticios) sabrá de la sucesión de los tiempos.
Porque soy hombre, se de la debilidad y de lo efímero de mi vida.
No puedo rastrear qué sea lo que haya allá en los cielos. Puedo barruntarlo, merodeando la respuesta.
Humo es el aliento de mi nariz. Hálito el de la boca. El uno es simple viento; un viento suave y apacible el otro.; Con el primero vivo sin saberlo, hasta que el segundo deje de hacerlo.
Dios gobierna con indulgencia, porque con solo quererlo lo puede todo.
Del latido del corazón surge la chispa del pensamiento.
Paso de una sombra es el tiempo que vivimos.
Como la niebla se disipa al ser acosada por los rayos del Sol, así mi vida se disipará vencida por el calor de mis afanes.
Quisiera que el soplo de mis caricias aventara las arrugas de tu rostro.
Cada amanecer busco en la tierra la gota de rocio de la moderación con que me juzgas.
Según la procedencia de la claridad, ésta conoce o no la sombra de la oscuridad.
La claridad que surge de la lectura de un bello poema no conoce noche.
Quién sea grato ante Dios podrá concebir pensamientos digno de sus dones.
A la luz sucede la noche oscura. La sabiduría prevalece sobre la maldad, saliendo vencedora en todo momento.
Quien conjeture el porvenir pretende conocer de antemano señales y prodigios, o sucesión de épocas y de tiempos. Quien conozca la posición del Sol en uno de los dos trópicos ( solsticios) sabrá de la sucesión de los tiempos.
Porque soy hombre, se de la debilidad y de lo efímero de mi vida.
No puedo rastrear qué sea lo que haya allá en los cielos. Puedo barruntarlo, merodeando la respuesta.
Humo es el aliento de mi nariz. Hálito el de la boca. El uno es simple viento; un viento suave y apacible el otro.; Con el primero vivo sin saberlo, hasta que el segundo deje de hacerlo.
Dios gobierna con indulgencia, porque con solo quererlo lo puede todo.
Del latido del corazón surge la chispa del pensamiento.
Paso de una sombra es el tiempo que vivimos.
Como la niebla se disipa al ser acosada por los rayos del Sol, así mi vida se disipará vencida por el calor de mis afanes.
Quisiera que el soplo de mis caricias aventara las arrugas de tu rostro.
Cada amanecer busco en la tierra la gota de rocio de la moderación con que me juzgas.
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