Las puertas de los sentidos

Naciste con esos bellos ojos
a los que falta la mirada
dispones de finos oidos
con los que apenas me escuchas,
y, aunque puedes oler y gustar
dificilmente disfrutas ni saboreas
nuestra comun vida.

Cuando, a veces, me tocas o me abrazas
siento la ausencia del beso y la caricia.

En la doble dirección
del tránsito de los sentidos:
la que capta y da paso
a los estímulos reales
y la que refleja el modo
en que archivas sus percepciones
en tu interior,
la puerta de tus sentidos
carece del plus de humanidad
que debería nacer en las profundidades
de tu corazón.

Y, es que percibes las realidades
sin pasarlas por el filtro
de tus percepciones externas
para ocultarlas en el corazón.

Autoeduca los sentidos
hasta que tus sentimientos
gocen del plus de espiritualidad
que necesitamos.