Un punto de quietud indetenible

El incesante latir del corazón

cual sonata musical del alma

vibra al unísono del pensamiento

dando a la luz la voz de sus poemas,

mientras, en la profundidad de la memoria

enmudecen dormidos sus recuerdos.

Frente al vacío de la quietud

mi tiempo sueña espacios infinitos

y canta con palabras el momento

alcanzando con la voz lo desconocido,

el punto de quietud resplandeciente de

la eternidad.