APRIETO/HOLGURA;ZAGUAN.ESPERA.APERTURA
Tu,que en el aprieto me diste holgura. Tu, que me permites trasladarme sin trabas. Tu, que observas con amor la continua dilatación interna de mis pulmones, insuflándolos con el espíritu de tu vida.Tu, que abarcas la anchura de la profundidad del misterio de mi existencia y que conoces la longitud del recorrido y altura de mi destino; que estás en permanente vela aguardando mi intervención en tus asuntos, e iluminas el zaguán donde me aguardas. Muestrame tu apertura.
Si donde Tu estás no hay noche, tenme abiertas permanentemente las puertas del día. No profanaré con mis huellas el Santuario de tu castillo, ni impregnaré con mis sombras el álito de tu pacífico y armonioso tabernáculo. El ritmo, las pautas y el tono de las articulaciones de mi voz, no distorsionarán los silenciosos espacios de tus tiempos infinitos.
Comprenderé sin entender y alcanzaré las cimas del conocimiento apenas se abran los esfínteres del sentimiento.
Vestigios quedarán aún de viejas andaduras por caminos empendrados: cuestiones múltiples de dudosas interrogaciones; actitudes reberldes, ocurrencias ingeniosas, fabulosas imaginaciones, muestrarios de rancios e infecundos pensamientos frutos de un infertil entendimiento.
Sentir, amar, y con el corazón pensar.He ahí la nueva vida.
Oyeme, Tu, que estás conmigo - dentro de mi - tan cerca de mi intimidad - ahí - donde sólo oigo el palpitar del sentimientos, mientras calientas la paz de mis sueños y das cobijo al pensamiento.
Oye mis ruegos, para borrar de mi tantos inútiles recuerdos y comenzar la nueva vida, sin vestigio alguno del torpe entendimiento, aprendiendo a pensar de nuevo con los sentimientos.
Si me ves en el aprieto dame tu holgura.
Desde el zaguán de la espera muestrame tu apertura.
Si donde Tu estás no hay noche, tenme abiertas permanentemente las puertas del día. No profanaré con mis huellas el Santuario de tu castillo, ni impregnaré con mis sombras el álito de tu pacífico y armonioso tabernáculo. El ritmo, las pautas y el tono de las articulaciones de mi voz, no distorsionarán los silenciosos espacios de tus tiempos infinitos.
Comprenderé sin entender y alcanzaré las cimas del conocimiento apenas se abran los esfínteres del sentimiento.
Vestigios quedarán aún de viejas andaduras por caminos empendrados: cuestiones múltiples de dudosas interrogaciones; actitudes reberldes, ocurrencias ingeniosas, fabulosas imaginaciones, muestrarios de rancios e infecundos pensamientos frutos de un infertil entendimiento.
Sentir, amar, y con el corazón pensar.He ahí la nueva vida.
Oyeme, Tu, que estás conmigo - dentro de mi - tan cerca de mi intimidad - ahí - donde sólo oigo el palpitar del sentimientos, mientras calientas la paz de mis sueños y das cobijo al pensamiento.
Oye mis ruegos, para borrar de mi tantos inútiles recuerdos y comenzar la nueva vida, sin vestigio alguno del torpe entendimiento, aprendiendo a pensar de nuevo con los sentimientos.
Si me ves en el aprieto dame tu holgura.
Desde el zaguán de la espera muestrame tu apertura.
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